The Idle Hour Club
17.5.07
13.5.07
Aquí se rompió una taza...
Lo malo es que era mi taza favorita...
RIP Taza de Donald Duck
Esta bonita taza me la regaló mi hermana Débora, después de un viaje a Londres en octubre del 2004. Me la dio poco antes de casarme, y cuando ya vivía con Pedro, se convirtió en mi taza de café favorita. Tenía el tamaño adecuado para mi, ya que le cabía medio litro de café. Y nunca tomé en ella algo que no fuera café. La usaba al menos dos veces al día: una al despertarme, otra después de cenar. Es un milagro que no se me hubiera roto antes, de tanto que la usaba.
Se rompió de una manera bien tonta. La iba a lavar y la dejé en la barra de la cocina. Luego se me olvidó que estaba ahí, di un paso hacia atras y le di un codazo. El golpe que se dio me dolió en el alma, porque vi como la taza se estrelló totalmente. Ni siquiera hubo una pequeña esperanza de recuperarla y al menos pegarla, quedó hecha polvo.
Me sentí muy triste, la verdad, me gustaba mucho esa taza. Mi de por si chica colección de tazas de Donald Duck ahora tiene una menos. Ya sé que los artículos de una colección se supone que deben estar guardados en una vitrina especial, protegidos del polvo y a salvo de manos de atole y dedos de matequilla. Pero a mi lo que me gusta es utilizar de manera diaria esos artículos que tanto quiero, aunque al mismo tiempo sean parte de una colección.
Lo más triste de todo, es que ahora debo escoger otra taza para usar diario. Y no quería hacerlo, porque hacerlo casi casi equivale a escoger cual es la próxima taza que voy a romper.
Escogí esta. Ahora voy a hacer changuitos y esperar que no se me rompa nunca nunca.
7.5.07
Semi-news
He estado poniendo fotos y comentarios a mis fotos en mi cuenta de Flickr, en un set que se llama, apropiadamente, New Zealand '07. Si tienen chanza, échenle un ojillo. Esta vez decidí poner las fotos en el Flickr y no aquí en el blog porque me iba a tardar años en poner todo aquí. Allá está más fácil.
Y así, aquí me puedo dedicar a contarles otra cosa...
Como la llegada de
Pedro ya contó con mucho detalle La leyenda de Zeldita en su blog, y la verdad no me queda mucho más que añadir.
Pero si estoy contenta, muy contenta. Me gusta mucho esto de tener una mascota y cuidarla como Dios manda. Con visitas al veterinario, vacunas, baños periódicos y comida saludable. Básicamente queremos que sea un gato de casa, de esos que pasan la mayor parte del tiempo al lado de uno, como dama de compañía. Si, estoy muy contenta con
Preparense, que ahora en The Idle Hour Club habrá posts con el obligado Caturday, featuring