The Idle Hour Club

18.12.05

Mi bufanda Burberry, mi vecina Hazel y el Oso Rupert

En mi guardaropa hay muy poca ropa de invierno. Tengo un abrigo, un saco, un sueter y una sudadera. Cuando hace mucho frío casi siempre me las pongo todas, una prenda arriba de otra, y aunque al final me veo como Calvin el resultado es más o menos satisfactorio. No me veo muy bien, pero al menos no tengo frio.

También tengo 3 bufandas. Cada una de ellas tiene su historia. Pero hoy sólo quiero hablar de la primera de esas 3 bufandas, mi bufanda Burberry, que me compró mi papá en Londres.

Un día de octubre de 1997 salimos de compras mi papá, mi mamá, y yo. Hicimos un corto viaje en metro y cuando salimos de la estación Knightsbridge ahí estaba, frente a nosotros, la entrada principal de Harrods. Era la cosa más bella que jamás había visto, 7 pisos llenos de cosas lindas y glamorosas que jamás podría comprar, pero que definitivamente podía mirar.

Nos tomamos nuestro tiempo para admirar la tienda. La primera parada fue el altar de Diana y Dodi, que entonces era nuevecito y está cerca de la entrada. La siguiente, fue el área de comida, llena hasta el tope de comidas deliciosas y exoticas. Después, los zapatos, las bolsas, la ropa. Todo, todo era increíblemente hermoso.

Para conmemorar esa visita a Harrods mi papá me compró una falda y una bufanda Burberry. La falda, hace mucho que no la veo. La bufanda...

Esa bufanda la utilicé durante todo el invierno londinense, uno de los más fríos que he vivido. La llevaba a la escuela y todos mis amigos japoneses tenían una igual: era como si estuviera en una pandilla, una pandilla de gente con bufandas bonitas.

La bufanda... es la única razón por la que espero con ansia que llegue el invierno. Cada día que me la pongo es un día lleno de recuerdos relacionados con Londres.

Hace unos días me pusé mi bufanda Burberry. No hacía mucho frío, pero ya me la quería poner porque me urgía un pretexto para contarle a Pedro alguna anecdota londinense, aunque a estas alturas ya se las sabe de memoria y de seguro ya está harto de ellas. No matter, pensé. Le contaré una historia de mi vecina Hazel y el Oso Rupert.

Mi vecina Hazel vivía a 2 flats de donde vivía yo. O sea, a menos de 5 metros de distancia. En todo el tiempo que fuimos vecinas, ella siempre fue muy amable conmigo y rápidamente nos hicimos amigas, a pesar de la diferencia de edad (yo tenía 18 años, ella mínimo tenía 50). Muchas de las cosas que aprendí de ella, estaban relacionadas con el way of life de los ingleses. El té a las 5 y el sandwich de banana, cosas de ese tipo.

Cuando yo le enseñé a Hazel mi bufanda nueva, lo que me dijo fue que me veia igual que el oso Rupert, y que sólo me hacían falta los pantalones iguales a la bufanda. Y yo, vagamente entendí lo que quiso decir, porque vagamente sabía quién era el Oso Rupert: la única referencia que conocía de Rupert, era la de un video de una canción de Paul McCartney, donde Rupert salía como espectador de un concierto de unas ranas. A partir de esa conversación con Hazel, en lugar de llamarme por mi nombre me llamaba por el nombre del Oso, Rupert.

El día que me puse la bufanda, me vio Pedro y me dijo "Ahí viene Rupert", confirmando así que él ya conocía la historia que yo quería contarle. Me dio risa su comentario y decidí no recontar la anecdota que él ya se sabía.

Lo que sí hice, es que cambié mi nick en el messenger: ahora estaba el "Ahí viene Rupert" de Pedro, junto con una imagen del Oso Rupert, que llevaba puesta la bufanda en cuestión.

Para mi gusto, Arturo me preguntó que qué onda con ese nick y esa imagen. Le conté la historia de la bufanda, Hazel y el Oso Rupert, y me dijo que él también conocía esa canción de Paul McCartney y que incluso tenía el MP3 de la canción. A mi me emocionó mucho saber eso, porque aunque yo recordaba muy bien la canción, creo que jamás supe como se llamaba. "We all stand together", decía el MP3 que me mandó Arturo al día siguiente.

Escuche la canción, y fue un esfuerzo increíble de mi parte el no llorar al escucharla. Sentí una emoción tan grande, como no la había sentido desde hace unos años que vi The Fantastic Adventures of Unico (esa es otra historia en sí, digna de su propio post). Casi todo lo que tenga que ver con la televisión que veía en mi infancia, me llena de mucha emoción.

Y ya que tenía el nombre de la canción, hice una rápida busqueda en Google. Encontré un site muy bonito, dedicado totalmente a la canción Rupert and the Frog Song. Tiene bastante información, y de ahí me piratié las imágenes de Rupert.



Y sí, así es como termina ahora la historia de mi bufanda Burberry, mi vecina Hazel y el Oso Rupert.

2.12.05

Awesome

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